Este sábado en una gran tarde en el predio Nery Alberto Pumpido el conjunto de Sauce Viejo derrotó a Banco Provincial en la Final del torneo Octogonal y logró el ascenso a la máxima división de la Liga Santafesina. Los de Agrafogo lo empezaron ganando desde los vestuarios y lo liquidaron cuando el juego se apagaba.
Luego del campeón del torneo Hugo Coronel de la Primera B, el 1, Nacional, jugaban la Final del Octogonal el dos y el tres de la tabla de colocaciones que, a decir del ambiente liguista, eran los otros elencos que merecían obtener el segundo ascenso a la élite de del fútbol de la Casa Madre por lo hecho a lo largo de todo el 2024.
Por un lado llegaba Banco Provincial que tras una gran campaña fue el que amenazó hasta la última fecha al Albo del Sur con quitarle el primer puesto, con una cosecha de 88 puntos producto de 27 victorias, 7 empates y tan sólo 4 derrotas. En este reducido había eliminado a Belgrano por la vía de los penales y derrotado en Semis a Santa Fe por 3 a 1, con una columna vertebral compuesta por Javier Salinas, Lucas Acosta y Hugo Quiroz quienes lideraron un plantel plagado de jóvenes: Haciéndolos jugar pero también dejando sus registros sábado a sábado.
Del otro lado aparecía Academia Andrés Cabrera que tuvo pasajes de irregularidad durante el año pero que a su vez fue el único equipo que no perdió con Nacional: Victoria en barrio Sur por 2 a 0 en el cierre de la primera rueda y empate en 1 cuando los de Petitti lograron el ascenso en el predio Ex Fiat de Sauce Viejo. Lograron 75 puntos por 23 triunfos, 6 igualdades y 9 caídas. En este Octogonal dejaron en el camino por la mínima a El Cadi y luego a El Pozo. Hernández, el 1, Perren, el 5 y Duré, el 9, fueron los abanderados de una plantilla de muchos pibes.
Los espacios aledaños a la cancha Leopoldo Jacinto Luque desde temprano empezaron a poblarse de hinchas de ambas escuadras y de futboleros que no querían perderse esta gran cita. Bombos, repiques, redoblantes y bengalas de humo azul y blanco fundidos provenían desde el sector norte del predio Nery Pumpido, mientras que la muchedumbre académica hacía lo propio con sus instrumentos y humos de colores negros y azules desde el sector sur.
El periodismo desde temprano apostado en las cabinas de transmisión y al borde del terreno de juego con sus dispositivos registrando cada instante de la previa y cada paso que terminaron dando los protagonistas durante poco más de 90 minutos. Prensa partidaria de un elenco y del otro. Todos interesados en el marco pero sobre todas las cosas, intrigados por ver quién era el que se llevaba el segundo ascenso a la Primera División de la Casa Madre.
Y en ese afán la Academia rompió el scorer de entrada tras copar la mitad de la cancha con su presión y su intención de encontrar el primer tanto de forma rápida: Gente todavía entrando, otros tantos buscando su lugar en alguno de los cuatro costados, cayó un centro desde la derecha al punto penal, Joaquín Duré le ganó el duelo al central bancario peinando el balón hacia el segundo palo donde apareció Héctor Reyes, como quien no quiere la cosa, para vencer a Paporello y poner el 1 a 0.
En la madrugada del encuentro ganaban los de Sauce Viejo poniendo un resultado que perduró casi hasta el final de las acciones. La tónica supo ser similar a lo largo de todo el trámite: El equipo de Aranda se adelantaba, dominaba la pelota y ponía en riesgo la valla de Hernández, pero los de Agrafogo, aunque sufrían, lograban salir del asedio para planchar el partido lejos de su arco.
Banco Provincial en el segundo tiempo siguió intentando y exigiendo físicamente al rival haciendo amplia la cancha, sacando lejos a los marcadores de punta y obligando a retroceder a los carrileros académicos, donde los centrales estaban pendientes de lo que hiciera Quiroz y donde Perren no sólo tenía que seguir a Lucas Acosta, el 10, sino también desplazarse a los costados para cortar cuando los extremos adversarios se filtraban hacia el área: Trabajo que hizo contra Barros de El Pozo el sábado pasado, donde el 10 aurinegro para poder jugar tuvo que bajar hasta la línea media del terreno, un lugar sin influencia para un enganche que gravita más en los metros finales.
Tanto exigió en ofensiva el conjunto bancario que ocurrió algo muy pocas veces visto en el fútbol: El técnico de la Academia tuvo que sacar acalambrados y extenuados a los dos centrales en la misma ventana de cambios. Su 5 ahora se retrasaba a la cueva, metió piernas nuevas en el lateral izquierdo con Gudiño y en la función de carrilero-extremo derecho puso a Miño para que presionara en la salida.
Para el espacio de volante central Agrafogo sabía que contaba con el as que, si bien no tiene características de contención, a la hora de la posesión Facundo Iacono maneja la pelota a su antojo. Tenerla en poder propio es una buena manera de defender. Y Duré bajando hasta el círculo central a aguantar y a hacer sombra ante una posible generación de juego en esa zona.
El partido se empezaba a ir y Academia con las piezas juntas y más replegado, lógico de tener el resultado a favor y en una tarde calurosa en la ciudad de Santa Fe, generaba situaciones que no podía concretar, como aquel cabezazo a quemarropa del 9 que Paporello tapó de manera brillante. Alguno se animaba a pensar en el viejo axioma de que los goles errados en un arco, van a parar al otro.
Nada de esto ocurrió: Banco volcado netamente en ataque en procura de hallar el empate, los de Sauce encontraron los espacios para encabezar la contra que liquidó por completo la Final: El que había ingresado un rato antes, Matías Gudiño, recibió un gran pase profundo de Perren, la peleó por izquierda, enganchó y tocó hacia el borde del área donde el resto es historia conocida.
Joaquín Duré midió la pelota, le dio como venía de zurda y la clavó abajo contra un palo para todo el delirio del público académico: «No es fútbol profesional pero cuando la vi entrar lo único que quería era sacarme la camiseta y festejar el gol con toda la gente«, diría en conferencia de prensa luego de consumada la victoria.
Llegó el pitazo final de Maximiliano Moya, la Academia Andrés Cabrera le ganó 2 a 0 a Banco Provincial y por primera vez en sus cortos años de vida va a jugar en la máxima división de la Liga Santafesina.
Síntesis del partido
Banco Provincial 0: Franco Paporello; Javier Salinas (c), Lucas López, Lucas Lanche, Agustín Silvano, Maximiliano Gil, Tomás Roldán, Lucas Odasso, Hugo Quiroz, Lucas Acosta y Alexandro Lammertyn. DT: Rodrigo Aranda
Suplentes: Fernando Ronchi, Tomás Antonini, Marcelo Coceres, Mariano Tittoni, Santino Fisicaro, Franco Grassi y Dylan Sandoval
Academia Andrés Cabrera 2: Lucas Hernández (c); Nahuel Fonseca, Gonzalo Rivas, Axel Aguirre, Gabriel Perren, Gustavo Bonacina, Héctor Reyes, Esteban Radesca, Joaquín Duré, Facundo Iacono y Dylan Aquino. DT: Ignacio Agrafogo
Suplentes: Tiago Correa, Jerónimo Gamba, Marcos Rivera, Eric Correa, Matías Gudiño, Francisco Céspedes y Valentín Miño
Goles: 5′ PT Héctor Reyes (AAC) y 50′ ST Joaquín Duré (AAC)
Árbitros: Maximiliano Moya (principal), Emiliano Maldonado (asistente 1), Joaquín Urbani (asistente 2) y Nicolás Mottier (cuarto árbitro)
Estadio: Predio Nery Alberto Pumpido, cancha ‘Leopoldo Jacinto Luque’
Liga Santafesina de Fútbol.